7 cosas que debes saber acerca de la Dieta BARF en perros y gatos

La dieta BARF debe su nombre al acrónimo de Biologically Appropriate Raw Food o Alimentación Cruda Biológicamente Apropiada. Consiste en alimentar a nuestras mascotas con alimentos crudos tal y como los hicieran sus antepasados, justo antes de la aparición de la comida procesada.

Esta forma de alimentación, que se desarrolló en 1993 gracias a la documentación aportada por los estudios del veterinario australiano Ian Billinghurst, se fundamenta en que, si bien los animales salvajes evolucionaron, tales cambios no significaron una reestructuración de su sistema digestivo; por cuanto la dieta que mejor son capaces de asimilar es esta.

 

La cuestión es la siguienDieta Barf Perroste: un perro o gato, bien alimentados, no sólo se encontrarán en un estado físico más óptimo, sino que presentarán menores problemas de salud que aquellos cuyas dietas se basan en cereales. La razón es que en su proceso evolutivo no estaba contemplado incorporar estos alimentos. En ese sentido, la comida que debemos suministrarle debe tener el justo balance entre la carne de los músculos, grasa, huesos y vísceras similares a las que consumían los ancestros salvajes de nuestras mascotas.

A continuación, te presentamos 7 cosas que debes tener en cuenta si quieres cambiar la alimentación de tu mascota:

 

7- Surge como una alternativa al alimento comercial de nuestras mascotas

Existe una corriente que sostiene que muchos de los problemas de salud que presentan las mascotas en su sistema digestivo están asociado a la comida comercial. Si bien es cierto que ésta no es nueva, también es cierto que cada vez son más abrasivos los mecanismos de procesamiento de alimentos, por lo cual disminuyen las propiedades y nutrientes que deberían prevalecer para garantizar una alimentación apropiada.

Por su parte, los detractores de la dieta BARF insisten en que comparar los perros y gatos de hoy en día con sus antepasados es absurdo, pues a la par de su domesticación ocurrieron cambios en su anatomía, cerebro, cráneo, dientes; incluso en la forma en la que eran digeridos ciertos alimentos como los carbohidratos; por lo que satanizar los piensos no tiene por qué ser la solución.

En ese sentido, resulta indispensable documentarse acerca del tipo de alimentación que queremos brindarle a nuestras mascotas, dado que ambas cuentan con sus porciones, sus características, sus defensores y detractores y lo más conveniente es asesorarnos para garantizar una alimentación balanceada y acorde con sus requerimientos nutricionales.

 

6- No se trata sólo de darles la carne cruda

Si bien, en esencia, la dieta consiste en una “alimentación cruda”, la misma debe ser semejante a lo que constituían las presas de los antepasados de nuestros peluditos. Por lo tanto, la misma debe estar constituida por carne, grasa de músculo, huesos, órganos y verduras en proporciones específicas. Entre un 70% y un 80% de componente animal (mínimo un 80% en gatos) y entre un 20% y 30% de verduras y frutas. Claro que prevalece la carne con grasa, pero no es lo único que debe estar presente.

 

5- La carne de cerdo está contraindicada

La carne cruda de cerdo puede transmitir la pseudorrabia, o enfermedad de Aujesky. Se trata de una enfermedad viral fatal causada por un virus tipo herpes que no puede eliminarse con la congelación sino con la cocción. El mismo, afecta al sistema nervioso linfático y puede ocasionar la muerte en unas 48 horas.

 

4- La cantidad de alimento varía y no se mide en porciones únicas

Una de las características del pienso para perros y gatos es lo cómodo que puede resultarnos a la hora de servirlo. Sin embargo, ya sabemos que aunque resulte cómodo para nosotros no quiere decir que sea lo mejor para nuestra mascota. En el caso de la dieta BARF todo debe estar muy bien medido si no queremos que algún nutriente esté ausente o en menores proporciones de las que necesitan nuestros peludos.

Eso sí, una vez que lo tengamos claro, lo demás será muchísimo más sencillo. Para cerciorarnos de que estamos brindándoles la mejor alimentación y cuidado debemos considerar factores como el peso, la edad, la raza o el nivel de actividad.

Usualmente, se debe dar mayor cantidad de alimento a los más cachorros debido a que el gasto energético que supone estar en fase de crecimiento es lógicamente mayor.

También hay que considerar en que épocas del año nos encontramos, el tipo de metabolismo de nuestra mascota, si está o no esterilizado; etc.

En internet existen múltiples calculadoras de alimentos, así como tablas para realizar los cálculos correspondientes en aras de garantizar un suministro acorde con sus requerimientos nutricionales verdaderos. En cualquier caso, siempre es bueno consultar con su veterinario en caso de algún tipo de dudas o inquietudes.

 

3- Existen múltiples beneficios asociados a la implementación de esta dieta:

No sólo existe un aumento considerable del apetito de nuestras mascotas. Además del evidente cambio en su comportamiento, también podemos apreciar algunos cambios físicos como:

  • Dientes y encías más sanos
  • Desaparición de los malos olores, tanto de su cuerpo como de su aliento
  • Pelaje más brillante, suave y saludable
  • Reducción de volumen y olor de las heces, signos de una buena absorción de los nutrientes
  • Reducción de alergias y picores
  • Mayor cantidad de masa muscular y menor grasa corporal lo que optimizaría el funcionamiento de su metabolismo
  • Reforzamiento del sistema inmune.

 

2-  Aunque no sea procesada no está exenta de riesgos

Si bien destacamos los beneficios que resaltan en este tipo de alimentación cruda, también es necesario tomar en cuenta algunos de los riesgos asociados a ella. En ese sentido, según un estudio realizado para la British Veterinary Association, un equipo de investigadores explicaba que este tipo de dietas pueden estar contaminadas con bacterias y parásitos suponiendo un peligro para la salud, tanto animal como humana.

El equipo de investigación de la Universidad de Utrecht, encabezado por Paul Overgaauw, quería saber si las bacterias zoonóticas y los parásitos, trasmisibles de animales a humanos, podían encontrarse en los productos de carne cruda para mascotas.

Se analizaron 35 tipos de comida pertenecientes a ocho marcas disponibles en tiendas de mascota y supermercados de Holanda, hallándose la presencia de bacterias que, en lugar de haber sido sometidas al proceso de calor, liofilización o pasteurización necesario para matar a los patógenos; prevalecieron por encontrarse la carne cruda.

Los resultados arrojaron la presencia de la bacteria E. coli, Salmonella, varias especies de la bacteria Listeria — que es particularmente peligrosa para las mujeres embarazadas, personas mayores o recién nacidos —  y otros parásitos.

Si estos riesgos estuvieron presente en alimentos que fueron ultracongelados, aumentan las probabilidades cuando la dieta es preparada en casa, sin mayores garantías sanitarias.

Para reducir el riesgo de infección, estos alimentos deben mantenerse ultracongelados hasta el momento de su uso, a una temperatura de 10ºC o menos, estar separada de otros alimentos, manipularse con utensilios específicos o muy bien lavados y evitar que salpiquen los líquidos a otras comidas.

 

1-  El cambio de pienso tradicional a dieta BARF debe ser paulatino

Si hemos venido alimentando a nuestras mascotas con pienso tradicional y queremos pasar a darles la dieta BARF, el cambio debe ser gradual.

Debe incluirse la nueva comida poco a poco, en porciones mezcladas con la que ha venido comiendo, empezando por raciones muy pequeDieta Barf Perros y Gatosñas. Este proceso debe durar alrededor de unos quince días, toda vez que el perro coma solo dieta BARF. El problema de realizar un cambio de dieta intempestivo es que podemos ocasionar algún tipo de problema digestivo en nuestras mascotas.

En resumen, debemos documentarnos bien, asesorarnos y evaluar las características y propiedades de la alimentación que queremos brindarle a nuestros peludos, quienes, finalmente, serán los únicos favorecidos o perjudicados por la decisión que tomemos.

Si nos decidimos por una dieta libre de colorantes, conservantes u otros aditivos artificiales; tomar en cuenta todos los factores que incidan en su puesta en marcha. Si se requeriría algún tipo de suplementos que aporten enzimas digestivas o vitaminas adicionales; las implicaciones de tiempo de elaboración y cuidados, así como de dinero; los alimentos crudos que NO pueden ser consumidos; etc.

Lo más importante es recordar que una dieta que no esté bien equilibrada puede quitarle a nuestras mascotas los nutrientes necesarios para mantenerse saludable. Asimismo, debemos ser cuidadosos con la manipulación de estos alimentos, evitar la descongelación en el microondas, y procurar supervisar la ingesta de los mismos para garantizar que le sienten bien a nuestros fieles compañeritos.

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